La esencia de la pedagogía de Maria Montessori

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Papallona es un centro educativo de inspiración Montessori. Nuestro método de aprendizaje tiene como objetivo proporcionar a los niños los materiales y espacio necesarios para maximizar su potencial psicológico, físico y social. El desarrollo de su autonomía e independencia mediante el juego/trabajo sentarán las bases de su crecimiento personal en etapas infantiles y posterior edad adulta.

Para aquellos que no hayáis oído hablar del Método Montessori, aquí os dejamos un poquito de información a cerca de quién es su fundadora y cuáles son las bases de su pedagogía.

Maria Montessori se convirtió en la primera mujer doctora en medicina en Italia, abriendo puertas a otras mujeres que querían estudiar esta profesión y que habían sido reprimidas debido a la sociedad de la época. Trabajó con niños que carecían de total estimulación sensorial y a los que habían etiquetado de “inútiles”. A partir de este momento empezó sus observaciones en el ámbito clínico y pronto se dio cuenta de que estimulando sus mentes, los niños respondían de forma positiva. A partir de sus comportamientos, Montessori observó que el camino hacia el desarrollo intelectual empezaba a través de las manos,(mediante la manipulación y el tacto) lo cual es un tema fundamental en su método. Más tarde, fundó casas de niños y aplicó su metodología científica a niños sin problemas, mejorando así su rendimiento. Este conjunto de acontecimientos hicieron que tanto Montessori como su pedagogía tuvieran un reconocimiento internacional, y en 1909 se publicó su libro “El método de la pedagogía científica aplicada a la educación del niño y la casa de los niños”, que se extendió a las escuelas. En este momento ya era conocida socialmente como doctora y educadora debido a su formación, llegando a instruir a profesores y escribiendo a cerca de sus observaciones.

 

Un Enfoque de Crianza y Educación

Os daréis cuenta entonces, de que este enfoque de crianza y educación aparece hace casi un siglo y se basa en observaciones a los niños en las diferentes etapas de su desarrollo. Montessori identificó lo que ella consideraba “las características universales de la infancia” que todo niño posee, independientemente de su educación y cultura. Aconsejó a los adultos que trataran el período de la infancia como una entidad en sí misma y no como una mera preparación para la edad adulta.

Estas características pueden resumirse en:

Todos los niños…

Tienen una mente “absorbente”

Pasan por “períodos sensibles”

Quieren aprender

Aprenden por medio del juego/trabajo

Pasan por diferentes etapas de desarrollo

Quieren ser independientes

 

Consejos que puedes seguir con tu hijo

Aquí os dejamos algunas sugerencias que pueden ayudaros en el desarrollo intelectual y físico de vuestros hijos con respecto a algunas áreas de la vida diaria. Como padres, os encanta que vuestros hijos aprendan cosas nuevas, por lo que deberíais tener en cuenta qué podéis hacer vosotros para colaborar en este aprendizaje tan maravilloso que nos regala la infancia.

  • Si quieres enseñar a tu hijo alguna actividad de la vida cotidiana como barrer, fregar, o cortar alguna fruta, nunca le des herramientas de juguete, porque éstas no cumplen la función que deberían. Un cuchillo de plástico no corta. El niño pronto se dará cuenta de ello, se sentirá frustrado por no conseguir su objetivo y abandonará la tarea. Cuando se trata de herramientas que conlleven algún peligro, tienes que estar con mil ojos y, si el niño es muy pequeño, te proponemos que empiece por cortar alimentos blanditos – como plátanos, pepinos, aguacates…- con un untador de mantequilla de los que tienes por la cocina.
  • Las herramientas reales que le proporciones deben de tener un tamaño adecuado para él. A día de hoy existen muchos comercios que cuentan con estos útiles.
  • Cuando le enseñes a hacer algo, hazlo de manera lenta para darle tiempo a interiorizarlo totalmente. Repítelo cuantas veces sea necesario hasta que el niño le encuentre sentido a la acción. Recuerda que la paciencia es esencial en este proceso, lo que a los adultos nos puede parecer fácil, para los niños es algo nuevo y conlleva mucho esfuerzo.
  • Haz de guía durante toda la actividad que le enseñes. Si es algo complejo puedes dividirlo en pasos; asegúrate de que tu hijo comprenda cada uno de ellos antes de pasar al siguiente.
  • Como el niño aprende por repetición, déjale hacer la actividad tantas veces como quiera, porque de esta manera se familiarizará cada vez más con ella y la irá perfeccionando.

 

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