Casa de niños es un espacio pensado para explorar, sentir, interactuar y crear. Somos el lugar en el que crecer en familia, donde el aprendizaje es vivencial de la mano de profesionales de la psicología.
Estimulamos los sentidos respetando el ritmo de cada niño y niña, con libertad de movimiento, educando en emoción y armonía.
En casa de niños apostamos por el movimiento libre, basándonos en la pedagogía Pikler, respetando sus ritmos individuales a través de una atención muy personalizada, con 2 profesionales en psicoeducación.
El movimiento es una necesidad vital del niño y la vida le lleva a experimentar constantemente, incluso en etapas adultas. Lo primero que reconoce el niño es su propio cuerpo y, a partir del movimiento, irá descubriendo sus partes y la posibilidad de encontrar diferentes posturas para más tarde llegar a desplazarse.
Cuando respetamos su ritmo sin anticiparnos, sin prisas, no esperando el siguiente paso, sino disfrutando de cada uno, el niño hace evolucionar sus movimiento de forma natural y mediante la práctica.
Potenciar su autonomía y respeto hacia sí mismo y el entorno
Maximizar su libertad según sus intereses e independencia hacie el aprendizaje
2 profesionales en psicoeducación
Los materiales de los que disponemos tienen como finalidad el desarrollo íntegro del niño, por ello apostamos por elementos naturales y abiertos, con el fin de estimular sus cinco sentidos, creatividad, motivación y emoción en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Emmi Pikler y Maria Montessori son nuestras referencia a la hora de elegir qué es lo mejor para los peques de la casa.
Cada una de las actividad de estas áreas desarrollan en el niño la posibilidad de seguir una secuencia lógica, esto le ayuda al orden, a la concentración y a la memoria. Fomentan el cuidado de su persona y del medio, desarrollan la independencia, la seguridad, la autoestima y el respeto por sí mismo y por los demás.
Traslado de muebles, insertar, clasificar por colores, movimiento de la pinza (motricidad fina).
Cortar, trasvasar, pegar, cuidar plantas, preparar floreros, servir agua, recoger, etc.
Saber pedir las cosas, relacionarse con los compañeros, comunicarse.
Trabajar con acuarelas, pinturas de dedos, plastilina, lápices de colores, ceras para colorear, pinceles, tizas, para expresarse libremente. Escuchar diferentes tipos de música. Bailar y cantar con instrumentos reales para que el niño conozca su nombre y pueda identificar su sonido.
Cuentos acordes a su edad, miniaturas de objetos reales y de animales. Observación de la adquisión y desarrollo del lenguaje hablado en la interacción entre iguales.
A través de materiales que estimulan sus sentidos como arena kinética, arena de playa, telas con diferentes texturas, discos sensoriales, etc.