Los niños necesitan establecer rutinas en su día a día. De esta manera, aprenderán a ordenar su mente y a predecir las tareas que deben hacer en cada momento, lo cual favorecerá su concentración, independencia y autoestima. Estarán más tranquilos y seguros ya que serán capaces de anticipar lo que va a ocurrir y lo que se espera de ellos en cada momento.
Al igual que la hora de las comidas, el sueño es uno de los hábitos que les ayuda a crecer sanos y fuertes.
Los niños suelen dormir entre 10 y 12 horas durante cada período de 24 horas, repartidas entre horas nocturnas y horas de siesta. Lo importante en este momento es ayudar a tu hijo a que desarrolle la buenos hábitos para dormir.
Pero…¿Cómo establecemos una rutina para irse a la cama?
– Es importante incluir un período de tranquilidad de unos 30 minutos aproximadamente, antes de la hora de irse a dormir. En este momento leer un cuento a tu hijo es muy recomendable. De esta manera, el peque se relajará y además, estaremos trabajando su lenguaje y comprensión.
Los libros que más gustan a los peques de entre 0 y 3 años son aquellos que:
1. Contienen ilustraciones grandes y muy contrastadas, para que puedan verlas bien y capten su atención; por ejemplo, una sola imagen por página sobre un fondo blanco.
2. El formato del libro debe poder ser manipulativo y resistente: de tela o cartón con los cantos redondeados.
3. El texto, debe ser breve, claro y simple
4. Pueden ser cantados, contener onomatopeyas, rimas o repeticiones sencillas. De esta manera estarán ligados al lenguaje e invitarán al niño al recitado y al juego corporal.
Aquí os dejamos un link de una serie de libros de la editorial kalandraka que son muy aconsejables:
http://www.kalandraka.com/en/colections/collection-name/ir/de-la-cuna-a-la-luna/
– Fijar una hora específica para dormir, avisando al peque en dos tiempos diferentes: media hora antes y 10 minutos antes de la hora acordada.
– Establecer horas fijas para acostarse, levantarse y hacer la siesta.
- Ser consistentes tanto en las horas de las comidas como en las horas destinadas al juego.
– Evitar estimulantes como el chocolate cuando se aproxime la hora de irse a dormir.
– La habitación debe ser tranquila, acogedora y libre de estímulos, para que invite al niño a dormir. Los colores deben ser claros o neutros, ya que de esta manera transmitirán armonía y calma. La decoración sencilla y ordenada, para que el niño pueda moverse de forma libre.
- Utilizar la cama sólo para dormir, no para jugar o ver la televisión.
- Es importante que el peque escoja con qué pijama quiere acostarse, así como el peluche (en caso de que lo use) con el cual prefiere dormir.
- Escuchar música relajante, lenta y agradable, también es un buen recurso conductor del sueño.
- En el momento de acostar al peque, es importante que la actitud del adulto transmita afectividad y cariño, pues de esta manera fomentará la seguridad y la confianza que todo niño necesita